• Solicitan un tercer rescate.
• Un Grexit tendría algo de éxito.
• Los griegos tienen una decisión difícil.
• La inestabilidad seguirá presente.

La situación vivida en Europa en los últimos meses deja clara la imposibilidad de los europeos para alcanzar una unidad territorial al más puro estilo EEUU. Todos los miembros del eurogrupo han mostrado no estar cohesionados en sus ideas y muchos de ellos han temido mostrar su verdadera opinión hasta que la situación ha alcanzado una inestabilidad total en unos mercados que un día caen mas de un 4%, cuando las tensiones entre eurogrupo y helenos se ponen más altas, y otros días albergan ganancias superiores al 2%, cuando se filtran de forma interesada los acercamientos entre ambas partes para alcanzar un acuerdo que no solo satisfaga a los acreedores, si no que también permita un posible crecimiento de la ya fenecida economía griega. Y es que los acreedores no solo quieren recibir al menos una parte del dinero invertido en la banca griega, si no mas bien evitar que una quiebra del sistema financiero heleno perjudique al euro, y por tanto, a todas las economías que usan la moneda. A pesar de que tanto Merkel, como el resto de presidentes, se han esforzado por asegurar que un Grexit no dañaría de forma clara la recuperación de la UE, estos días los inversores se han mostrado claros, no quieren una salida del euro por parte de los griegos. La prueba la tenemos en como se desplomaron los índices bursátiles después del No griego. El FMI por su parte no agrava la situación manteniendo la previsión de crecimiento de la UE en torno al 1,7%, dejando por supuesto la puerta abierta a un posible acuerdo que estabilice la situación.

Solicitan un tercer rescate

Lo cierto es que la solicitud del tercer rescate financiero era algo que ya se esperaba y más después del “corralito” y del agotamiento de liquidez que están sufriendo los bancos griegos por las distintas fugas de capitales que ya comenzaron el pasado mes de enero. Si bien es más que probable que las grandes fortunas salieran hace tiempo del país, sería lamentable que el banco de Grecia, tras una salida del euro y sin el soporte del BCE, tuviera que usar los depósitos de los ciudadanos para hacer frente a las deudas de su sistema bancario. Es difícil de imaginar una Grecia de retorno al Dracma, moneda que ya en su inicio debería sufrir alguna devaluación para el sostenimiento de la economía interna, y con una población, que al menos durante dos trimestres, o quizá más, dependería de la ayuda exterior para conseguir alimentos y medicamentos importados a través de las ONGs.

Un Grexit tendría algo de éxito

No obstante una Grecia fuera del euro y con una moneda devaluada, aún dentro de la UE al estilo del Reino Unido, conseguiría, siempre contando con las ventajas arancelarias, un producto más barato y competitivo a la hora de exportar. Una situación que podría provocar que empresas que en estos momentos tienen que desplazarse fuera de la UE para reducir los costos de producción escogieran fabricar dentro de Grecia. Tampoco podemos olvidar que el único pilar que tiene Grecia es el turismo, no solo de sus playas, sino también de su historia y arte. La verdad es que sería una gran palanca para la economía griega que en estos momentos carece de un sector industrial y además posee una economía que difícilmente se adaptará al euro. Lejos quedan ya aquellos días en los que 1€ se cambiaba por 1,45$. En estos momentos el 1€ no alcanza a superar los 1,10$.

Los griegos tienen una decisión difícil

Los griegos lo tienen muy difícil escojan el camino que escojan, aún así parecen no estar muy dispuestos a sufrir las consecuencias temporales de una salida del euro para retornar a la vieja moneda, el dracma. Todo apunta a que podría conseguirse un acuerdo entre acreedores y deudor para un sostenimiento a corto plazo de la economía griega, la condonación de parte de los intereses del dinero prestado, y la revisión de nuevo de la situación en el mes de octubre, básicamente y como se suele decir pan para hoy y hambre para mañana. Es tremendamente complicado, alcance el acuerdo que se alcance, que la economía griega consiga recuperarse ya que necesita una reestructuración completa y una adaptación al nuevo sistema que podría llevar bastante tiempo. Lo cierto es que la deuda griega es imposible de pagar. Mas bien los griegos necesitan que los alemanes les devuelvan el favor que recibieron cuando Grecia condonó las reparaciones de guerra que Alemania les debía por destrozarles el país durante el transcurso de la segunda guerra mundial. La condonación de la impagable deuda que en aquel entonces tenían los germanos permitió que hoy día Alemania sea la primera fuerza económica de Europa y ejerza su dominio de forma hegemónica. No debemos olvidar, pues la memoria permite evitar la repetición de los errores del pasado, y si bien aquella condonación permitió el resurgir de Europa a nivel económico y convertirlo en un continente bastante competitivo, hoy podría tener el mismo efecto.

La inestabilidad seguirá presente

Nos queda bastante por ver en las próximas semanas. En lo que respecta a la economía parece que la inestabilidad en los mercados será la tendencia hasta que se alcance un acuerdo, algo que esta permitiendo que los especuladores hagan algo de ganancia como siempre. Sin duda todo el eurogrupo tiene la responsabilidad de evitar un posible contagio y la aparición de una nueva crisis económica que lastre a todas las economías europeas en una nueva recesión, que acompañada de más medidas de austeridad conllevaría de forma más que probable a la desaparición del estado del bienestar tal y como lo conocemos. Una situación que no conviene ni a la UE ni a la maltrecha Grecia. Es difícil que lo economistas se pongan de acuerdo sobre el devenir de la situación. Mientras unos apuestan por una salida de Grecia del euro, otro vaticinan que esta no es una opción viable. Sin duda solo nos queda esperar y ser meros espectadores de una obra teatral a la que parece no quedarle mucho tiempo.

¿Y tú? ¿Crees que Grecia será capaz de reestructurar su economía? ¿Sería plausible una salida de Grecia del euro? ¿Podría Alemania condonar la deuda helena? ¿Mantendrán las economías europeas su instabilidad bursátil? ¿Volverá el BCE a inyectar liquidez en los bancos helenos?

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